Los investigadores que han realizado el estudio denominado "Detección prospectiva de mutaciones en el líquido cefalorraquídeo, derrame pleural y ascitis de pacientes con cáncer avanzado para guiar las decisiones de tratamiento" han analizado prospectivamente si estos tres fluidos se pueden utilizar para detectar mutaciones conductoras y alteraciones con el objetivo de realizar tratamientos personalizados especialmente dirigidos al tumor.

Los resultados de las pruebas se utilizaron para guiar las decisiones de tratamiento, como el inicio del tratamiento con osimertinib o la selección de inhibidores específicos de la tirosina quinasa ALK. El estudio concluye que los fluidos cercanos a los sitios metastásicos son superiores a la sangre para la detección de mutaciones relevantes y pueden ofrecer información clínica valiosa, particularmente en pacientes que progresan a terapias dirigidas.

En el estudio han participado investigadores de Pangaea Oncology, Hospital Universitari Dexeus Quirónsalud, Instituto de Oncología Dr. Rosell, Hospital Clínic, Departamento de Salud Pública de la Università degli Studi di Napoli Federico II, Hospital Sant Pau, Hospital de Terrassa, Hospital Universitario de Valencia, Hospital Universitari Sagrat Cor, Institut Català d’Oncologia, Hospital Germans Trías y Pujol y Hospital Universitari General de Catalunya.