La aparición de la atrofia vaginal (vaginitis atrófica) se produce con mayor frecuencia después de la menopausia. Esta patología consiste en la sequedad e inflamación de las paredes vaginales, la pérdida de los pliegues rugosos vaginales y el adelgazamiento del epitelio debido a la reducción de estrógenos en el organismo.

Para el tratamiento de la atrofia vaginal, el Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario General de Cataluña dispone de un equipo láser de CO2 fraccionado para el tratamiento médico de la pérdida del tono normal de la vagina que suele darse con 2 -3 años de postmenopausia.

La técnica láser permite hacer uso de diversas alternativas, se puede tratar tanto la estética como la función vulvar y vaginal, para mejorar la calidad de vida de pacientes que presentan patologías vaginales y funcionales para garantizar el confort y salud vaginales deseados.

Los niveles reducidos de estrógenos provocan cambios en el cuerpo, pero esto no significa que se tenga que vivir con incomodidad, por lo que la Unidad de Salud Vaginal del Hospital dispone de un espacio para la información, valoración y tratamiento de cualquier disfunción que pueda alterar la salud vaginal, entendida como el estado de la vagina que mantiene las condiciones fisiológicas adecuadas a la evolución de la edad de la mujer, que no produce sintomatología local y permite una vida sexual satisfactoria.

El láser vaginal es una de las técnicas más sencillas y efectivas para tratar esta patología y el tratamiento no supera el año de duración. El proceso médico se realiza de forma ambulatoria, en sesiones de corta duración y con un intervalo de un mes entre cada sesión. Para muchas mujeres, las alteraciones de la zona genital afectan no sólo a la salud sexual (sequedad vaginal, insatisfacción sexual ...) sino también a las funciones urinarias (dolor, escozor, incontinencia, cicatrices vaginales ...) causando un gran impacto en el bienestar físico, psicológico y la calidad de vida.

El efecto térmico producido por el láser de CO2 fraccionado estimula la producción de colágeno en las células y tejidos de la vagina. Este colágeno nuevo recupera la función vaginal de forma integral, reduciendo el diámetro de la vagina, recuperando su tono y lubricación, devolviendo el control de la fuerza en la vagina, reconstituyendo el pH vaginal y recolocando la uretra para evitar pérdidas de orina.