La Unidad de Neurortopedia y Neurorehabilitación que estrena el Hospital General Universitari de Catalunya está destinada a la atención de personas con daños cerebrales adquiridos, en la médula espinal y el nervio periférico. El objetivo es optimizar el tratamiento a través de una atención multidisciplinar, integral e individualizada con evaluaciones sistemáticas y un enfoque holístico. Esto permite dotar al paciente y su entorno un conjunto de cuidados en el proceso de rehabilitación y ofrecer técnicas quirúrgicas para restaurar funciones de parálisis o espasticidades, con músculos tensos o rígidos. El coordinador es el Dr. Joaquim Casañas.

En la Unidad se ofrece tratamiento rehabilitador y quirúrgico a lesionados cerebrales, medulares y de nervio periférico, para facilitarles su restitución funcional y una mejora de sus actividades. Este grupo de lesionados suele desconocer las grandes posibilidades de mejora tras el diagnóstico y estabilización de la lesión.

El daño cerebral adquirido (DCA) es la discapacidad originada por una lesión repentina en el cerebro como pueden ser ictus, traumatismos craneoencefálicos, anoxias, tumores o infección cerebral. Se caracteriza por su aparición brusca y por las variadas secuelas que presenta según el área del cerebro lesionada y su gravedad.

La lesión medular traumática es el resultado de un impacto sobre la médula espinal suficientemente intenso para producir una alteración de la transmisión sensitiva hacia el cerebro; de la función motora y de la vegetativa.

Una lesión en los nervios periféricos puede afectar a la capacidad del cerebro para comunicarse con los músculos y los órganos. Es importante la atención médica temprana ya que puede prevenir complicaciones y daños permanentes.

Las complicaciones del DCA pueden ser secuelas en el control motor como parálisis, disminución de fuerza o tensión y rigidez en los músculos; secuelas cognitivas como problemas de memoria, en la capacidad de mantener la atención, desorientación, confusión, alteraciones emocionales, irritabilidad, depresión, apatía, entre otras; secuelas en la comunicación con dificultades para leer, utilizar o comprender palabras, para producir sonidos,…; alteraciones sensitivas y sensoriales o secuelas en el nivel de alerta.


Estas lesiones requieren de una atención especial para la reinserción del paciente a la vida cotidiana. La efectividad de los programas de rehabilitación está demostrada. Esta Unidad ofrece atención integral e individual desde las primeras 24 horas. La atención inmediata y completa permite valorar de forma objetiva el estado inicial del paciente y su posible pronóstico.

Los tratamientos se adaptan a las necesidades de cada etapa y a los cambios específicos de cada caso. La evaluación del paciente la realiza cada uno de los profesionales de la Unidad. Este método interdisciplinario permite adaptarse a los cambios que presenta el paciente, las necesidades de tratamiento, el número de sesiones, las consultas con otros especialistas y el apoyo familiar. La Unidad está integrada por especialistas en el manejo de pacientes con lesiones del cerebro y la médula espinal.

Que la Unidad esté ubicada en un centro hospitalario de tercer nivel, multifuncional, dotado de la última tecnología, atención a cualquier patología y en el que se realizan estudios de investigación, permite ofrecer todo tipo de tratamientos, desde cuidados intensivos hasta su reincorporación.

El equipo está formado por un intensivista ortopédico, un neurólogo, un neuropsicólogo y un neurofisioterapeuta, entre otros profesionales especializados. Cualquier paciente que haya sufrido un DCA o en la médula espinal, tanto pediátrico como adulto, que padezca alteraciones conductuales, neuropsicológicas, psicológicas o motrices, puede ser atendidos en la Unidad de Neurorehabilitación del Hospital Universitari General de Catalunya.

Estas lesiones requieren de una atención especial para la reinserción del paciente a la vida cotidiana. La efectividad de los programas de rehabilitación está demostrada. Esta Unidad ofrece atención integral e individual desde las primeras 24 horas. La atención inmediata y completa permite valorar de forma objetiva el estado inicial del paciente y su posible pronóstico.