El alergólogo recomendará el tratamiento más adecuado para cada paciente.

El tratamiento integral del paciente con alergia respiratoria incluye cuatro apartados: medidas de control ambiental (desalergenización), tratamiento farmacológico, tratamiento con vacunas (inmunoterapia) y la educación del paciente alérgico y sus familiares.

En el caso de las alergias alimentarias, dermatitis de contacto o alergias medicamentosas, el tratamiento inicial es la evitación de los alérgenos responsables de la aparición de las diferentes manifestaciones clínicas.

Respecto al tratamiento farmacológico, el alergólogo recomendará diferentes fármacos en función de la edad, de la severidad (leve, moderada, grave) y del tipo de manifestaciones (intermitentes o persistentes), aplicando para ello diferentes guías existentes para el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades alérgicas. Existen guías nacionales e internacionales para el tratamiento de la rinitis, del asma o de la urticaria.

El tratamiento con inmunoterapia (vacunas alergénicas) está indicado en determinados tipos de rinitis y asma alérgica, y en los pacientes con reacciones graves de hipersensibilidad a veneno de himenópteros (abejas y avispas). La eficacia de este tratamiento con vacunas está relacionada con la calidad del extracto seleccionado, la duración del tratamiento y la dosis administrada.

Es importante destacar que la inmunoterapia con alérgenos, junto con las medidas de control ambiental, constituyen los pilares del tratamiento etiológico o causal de las enfermedades alérgicas. El tratamiento etiológico es el único que puede modificar la evolución natural de la rinitis y del asma alérgica, disminuyendo la intensidad de la sintomatología, reduciendo las necesidades de tratamiento sintomático, mejorando la calidad de vida del paciente e incluso llegando a solucionar definitivamente la enfermedad.

En los últimos años se están produciendo importantes avances terapéuticos en el control de las enfermedades alérgicas, por ejemplo:

En el asma bronquial alérgico grave mal controlado, disponemos de un novedoso tratamiento biológico con un anticuerpo monoclonal (omalizumab) que está permitiendo conseguir mejorías en algunos pacientes. Omalizumab tiene un efecto anti-IgE (la inmunoglobulina E es la responsable de las manifestaciones alérgicas de hipersensibilidad)

En algunos casos de alergia alimentaria (leche o huevo), se están realizando desensibilizaciones e inducciones de tolerancia a dichos alimentos, permitiendo modificar la evolución natural de estas enfermedades alérgicas.

En pacientes alérgicos a determinados medicamentos en los que es imprescindible su utilización (citostáticos, antibióticos o antiinflamatorios), se están aplicando diferentes pautas de desensibilización que permiten ser empleados con seguridad.

En el caso de la inmunoterapia específica con alérgenos, se están llevando a cabo avances significativos en las pautas agrupadas con vacunas administradas vía subcutánea. Disponemos también de avances en la inmunoterapia sublingual, como es la administración de vacunas en forma de liofilizados bucodispersables.