El TEA (Trastorno del Espectro Autista) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta de diferentes maneras al funcionamiento cerebral. Esta disfuncionalidad se refleja en dificultades en las áreas de la comunicación, la interacción social, la flexibilidad y la conducta de la persona con TEA. Estas dificultades no sólo afectan a estas áreas, sino también a todas aquellas personas que de alguna manera interacciona con la persona con TEA, es decir, las personas de su alrededor y la sociedad en general.

Es importante, por encima de todo, que tanto los padres como los docentes, como cualquier persona en general, pueda estar asesorada por profesionales de lo que implica tener el Trastorno en el día a día. La terapia más importante para todos estos pacientes son las actividades cotidianas tanto las escolares como las familiares, basadas en la comprensión de su personalidad y en el respeto y aceptación de sus intereses. Teniendo en cuenta estos intereses es posible ampliar sus actividades diarias y por lo tanto ampliar la adquisición de nuevos conocimientos.

Lo más importante de todo es ACEPTAR a la PERSONA con TEA y NO QUERER CAMBIARLA. Lo que debemos marcarnos como objetivo es conseguir una buena adaptación del entorno a la persona con TEA y no a la inversa. Esta adaptación puede ser en la vez enriquecedora para los propios compañeros y compañeras de escuela, por hermanos o familiares, amigos, etc.


*Algunos consejos para fomentar las relaciones sociales:

  • Facilitar y aumentar las interacciones y el juego espontáneo con algún familiar o compañero.
  • Anticipar tanto al entorno como al propio niño/a con TEA de las normas, conductas o consecuencias de cada ámbito (escolar, familiar, etc.)
  • Propiciar el contacto visual. Nos podemos situar a su mismo nivel de visión, coger la cara, pedir que nos mire, etc.
  • Explicar y enseñar mediante el modelado el significado del lenguaje no verbal o gestual, así como el de las emociones.
  • Aumentar la atención recíproca.

*Consejos para la gestión de los intereses restringidos:

  • Podemos ir comentando o realizar una descripción de aquello que está haciendo.

Y ahora que vienen días festivos con las Navidades, con celebraciones familiares y diversidad de gente en una misma comida o cena, la Unidad de Psiquiatría del Hospital Universitari General de Catalunya explica diferentes estrategias para disminuir el estrés que pueden suponer estos días para una niña o un niño con TEA, siempre según las necesidades de comunicación de cada niño:

  • Anticipación: hay que anticipar al niño o la niña donde irá, quién habrá, qué se espera de él en cada contexto, etc. Todo con un apoyo visual (pictogramas o imágenes del lugar donde irá).
  • No insistir ante el contacto físico: no insistir ante personas desconocidas, para que hable, dé un beso, o adopte ciertas conductas sociales que no entiende o no forman parte de su repertorio de conductas habituales.
  • Rutina: mantener una rutina de horarios lo más parecido posible a la que tiene durante el curso escolar. Esta rutina puede ser también visual (con apoyo de pictogramas) y creada conjuntamente entre el niño o la niña y los padres.

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