Si algo hemos aprendido a valorar en estos últimos años es la importancia de la salud. Entre las buenas costumbres que nos ayudarán a estar sanos y en forma destaca ir al gimnasio o hacer deporte con frecuencia, comer de forma saludable y equilibrada, poner nuestro peso a raya y dejar de fumar.

Debemos seguir manteniendo nuestras pautas de salud al día en función de la edad y de nuestro estado. Hablamos de acudir a las revisiones periódicas, mantener el calendario de visitas a los especialistas y las vacunaciones al día y realizar todas aquellas pruebas diagnósticas que nos prescriban nuestros facultativos.

Probablemente, para conseguir hacer deporte, perder peso o dejar de fumar precisemos de apoyo profesional. En el Hospital Universitari General de Catalunya nos ayudan a hacerlo de forma ordenada y regular. De hecho, antes de comenzar deberíamos ponernos en manos de especialistas para que valoren nuestro estado de salud inicial, nos indiquen pautas sobre cómo debemos iniciarnos en la práctica de ejercicio físico, cuál es la alimentación más adecuada para conseguir nuestros objetivos y por dónde empezamos para dejar de fumar.

Realizar ejercicio de forma regular

La doctora Verónica Villagra, médico especialista en medicina deportiva del General de Catalunya, nos explica que primero hay que estudiar el estado de base del paciente haciendo un chequeo o revisión médica deportiva básica. Ésta consiste en una exploración física y algunas pruebas y tras ellas nos darán consejo nutricional y consejo deportivo y nos indicarán que alimentación deberíamos hacer y qué tipo de deporte es el más recomendable para nuestro estado físico. La doctora Villagra nos explica que siempre debemos empezar la práctica del deporte de forma moderada y progresiva, y nos recuerda que la Organización Mundial de la Salud recomienda como mínimo 30 minutos de actividad física diaria.

Dejar de fumar

Si iniciamos la práctica regular de ejercicio, el resto de propósitos es más fácil incorporarlos a nuestra rutina. Hablamos de dejar de fumar. Éste es el principal factor de riesgo de enfermedad, y el consumo de tabaco se puede evitar. Antoni Torres, jefe de neumología del Hospital Universitari General de Catalunya, afirma que "dejar de fumar implica un gran esfuerzo personal pero es la mejor inversión en el cuidado de la salud". No obstante, es posible lograrlo si se siguen con determinación unas pautas y se cuenta con ayuda de profesionales. Su primera y principal indicación es que, quien quiera dejarlo, debe haber tomado realmente la firme decisión de hacerlo. "En caso contrario es prácticamente imposible que funcione y más tarde o más temprano tendrá una recaída", señala.

Además, este especialista explica que el entorno y la actividad social son factores muy importantes en el éxito o fracaso de la deshabituación tabáquica e influirán, sobre todo, si la decisión de dejar de fumar no es firme. "Es fundamental comunicar y hacer partícipes de la decisión de abandonar el consumo de tabaco a familiares y amigos", explica.

Hay datos que pueden elevar la motivación: el Dr. Torres precisa que, si bien el tabaquismo es una de las adicciones más difíciles de superar, un tercio de las personas que deciden dejar de fumar lo consigue. "Los deslices o recaídas deben afrontarse con ayuda o apoyo profesional. Se tiene que hablar con el médico o psicólogo que esté tutelando el proceso de deshabituación lo antes posible con el objetivo de iniciar la terapia de rescate de forma inmediata", argumenta.

Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año más de 8 millones de personas fallecen a causa de del tabaco, de los cuales 1,2 millones son no fumadores expuestos al humo ajeno. Por eso, dejar de fumar es, junto con ir al gimnasio y comer mejor, uno de los grandes propósitos que se apuntan en todas las listas cada nuevo año. No es tarea fácil, a pesar de que desde las administraciones públicas se intenta ayudar: Sanidad financia, desde el 1 de febrero, un fármaco que ayuda y calma la ansiedad que genera abandonar el hábito, pero no es una fórmula mágica.

Mantener una alimentación saludable

En lugar de dietas purgativas o restrictivas, la propuesta de Elena Guedea, nutricionista de la Unidad de Dietética y Nutrición del Hospital General, es instaurar una alimentación saludable. Una dieta equilibrada, además de promover la salud, puede ser de gran utilidad para el tratamiento preventivo de muchas enfermedades, asociadas al sedentarismo y a una alimentación inadecuada.

Una dieta saludable consta de frutas y verduras de temporada, legumbres y farináceos integrales (arroz, pasta...), carnes magras, pescado blanco y azul, huevos, lácteos y sus derivados, sin olvidarnos del aceite de oliva virgen extra para cocinar, elaborar y aliñar.

Otros hábitos que favorecen un estilo de vida saludable son mantener un horario regular en las comidas, procurando no saltarse ninguna; masticar bien los alimentos y comer lentamente para saborear mejor la comida y mejorar la digestión y realizar entre 4 y 5 comidas equilibradas al día para evitar picar entre horas.

A todo esto hemos de añadir acudir a las revisiones periódicas para prevenir, mantener o mejorar nuestro estado de salud general.