Algunos niños efectúan Movimientos Automáticos de Automecimiento para conciliar el sueño. Suelen iniciarse hacia los 9 meses y raramente persisten más allá de los dos años.

Consisten en movimientos que realizan con la cabeza o con todo el cuerpo hasta que consiguen dormirse y que pueden acompañarse con sonidos guturales. Los movimientos mas frecuentes son golpes con la cabeza sobre la almohada o balanceo de todo el cuerpo estando el niño en posición de decúbito prono. Preocupan a los padres por la espectacularidad de los movimientos que suelen provocar ruido o desplazamiento de la cuna.

Algunos niños pueden producirse rozaduras sobretodo en la barbilla. Normalmente desaparecen espontáneamente antes de la adolescencia. Se ven en niños normales pero mucho mas frecuentemente en niños con retraso mental o autismo. Algunos autores consideran a los movimientos rítmicos como parte de una conducta aprendida, en la que el niño reproduciría los movimientos de mecimiento que realizan los padres al acunarlo. También se especula que la estimulación vestibular provocada por el movimiento repetitivo pudiera tener parte en la génesis y conservación del fenómeno.

El diagnóstico se realiza mediante la clínica y algunas veces utilizaremos la polisomnografía. Debe hacerse el diagnóstico diferencial con la hipsarrítmia, el espasmo mutans y el Síndrome de la muñeca oscilante.

Generalmente no se precisa tratamiento específico. Informar y calmar a los padres es primordial. Se pueden tomar medidas de precaución para disminuir el ruido y evitar que el niño se dañe físicamente. Solo si persiste más allá de los 5 años deberá ser valorado neurológica y psiquiátricamente.